Si observas en tu vida que hay una parcela en la que siempre estas empujando. Toma la decisión ya de dejar de empujar.
Nos empecinamos en que las cosas sean de una determinada manera, y estamos siempre forzando para que sean así. Esto nos consume una cantidad enorme de energía, nos agota, y a pesar de todo, siempre estamos en el mismo sitio, o incluso en uno peor.
Deja de empujar. Deja de forzar.
Relájate y vive lo que la vida te presenta en ese sentido. Y si no déjalo ir.
Puede que no sea el momento, puede que nunca se de de la forma en que tu quieres, puede que tu lugar este en otro sitio.
En cualquier caso cuando te relajas y te dejas fluir con lo que es, el río de la vida te lleva a donde tienes que estar. Y entonces lo comprendes todo.