viernes, 4 de mayo de 2012

El manto.

Si tenemos que alejarnos del perfeccionismo en nuestras vidas, del mismo modo lo tenemos que hacer en nuestras relaciones. La aceptación de las imperfecciones humanas, las del otro y las nuestras, nos permite crear ese espacio donde es posible una relación sana. Si no aceptamos esas imperfecciones, nos encontraremos instalados en la continua decepción. Y nuestras relaciones irán dañándose y marchitandose. No se trata de no ilusionarnos. Se trata de ser realistas en las expectativas, y aceptar el manto que a todos nos cubre, el de la humanidad.

PSYSI

5 comentarios:

  1. roberto martinez4 de mayo de 2012, 10:46

    Nadie es perfecto , y tampoco nosotros , evidentemente . Imaginemos que nuestra pareja estuviera continuamente exigiendonos que fueramos de un modo determinado , del modo que élla quisiera ... Sería estresante , verdad ?

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  2. No queramos para otros lo que no quisieramos para nosotros ...

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  3. Primero nos tendríamos que cuestionar lo que estamos dispuestos a aceptar.

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    Respuestas
    1. Del otro, supongo. Porque seguro que luego querrás que lo acepten todo de ti. La ley del embudo.

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  4. Los que me conocen me suelen tachar de ser extremadamente tolerante con las actuaciones ajenas...Soy así por naturaleza, pero me surgen dudas al respecto,porque a mi me gusta que me digan mis defectos para poder corregirlos.Me sirve para mejorar.Y no creo que debamos acostumbrarnos a los defectos de los demás,si no aceptar que nos digan los nuestros.
    Creo que si todos nos acostumbramos a los defectos ajenos,estaremos dando lugar a una sociedad con personas llenas de defectos.

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