Has pensado cuantas veces nos quejamos, cuando en realidad detrás de esas quejas, se encuentra la comodidad. Esa comodidad que nos arrastra y nos mantiene en lugares donde no queremos estar. La comodidad teje una fina tela de araña que nos atrapa, y cuando nos queremos dar cuenta nos parece que estamos atados de pies y manos. Y creemos que no podemos hacer otra cosa. Reconocer que nos encontramos cómodos en esa situación, donde no hay que hacer nada, donde el esfuerzo es mínimo o inexistente, donde no hay que luchar ni trabajar por ese tema, por esa situación, por esa circunstancia. Es muy difícil. Pero es el primer paso para salir de ella. Después viene el camino.
PSYSI
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