Cuando uno se cree con derecho a tanto, tendemos a no ser agradecidos con lo que tenemos. Damos las cosas por hechas, por sentadas, pensamos que así es como tiene que ser. Las tenemos y no las apreciamos, casi ni nos damos cuenta. Simplemente dejamos de valorarlas.
Estar atento a todas las cosas maravillosas que nos rodean, a los pequeños detalles de la vida, y pararnos para saborearlos, para tomar conciencia de ellos, para agradecerlos, hace que nuestro espíritu se alegré y nuestra vida adquiera nuevas perspectivas.
psysi
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