Marisa Navarro
jueves, 27 de marzo de 2014
Las orejeras.
A veces no te queda más remedio que ponerte unas orejeras. Unas orejeras que hagan que sólo veas el camino que se presenta frente a ti. Son tantas las distracciones que te rodean, tantos los problemas, tantos los conflictos, que si no te pones las orejeras y empiezas a andar mirando al frente, la tormenta te arrastrará, y te quedarás atrapado en ella sin poder hacer nada. No estamos pasando. Estamos situándonos en otro lugar para poder actuar. Este cambio de posición puede hacer que veamos los problemas con perspectiva. Que descubramos nuevos recursos y herramientas que antes no veíamos. Que diferenciemos los problemas que son nuestros, de los que no lo son. Y además no habremos dejado de andar el camino de nuestra vida, ese que esta al frente, y que nunca tenemos que dejar de andar. Mira a ver si tienes que ponerte las orejeras.
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