Dra. Marisa Navarro.
lunes, 26 de mayo de 2014
Pesadas mochilas.
Somos conscientes de la cantidad de energía que gastamos agobiandonos con todo lo que tenemos que hacer. Miramos el camino que se presenta ante nosotros, y empezamos a lamentarnos y a sentirnos mal. Ya antes de empezar estamos agotados. Sin darnos cuenta nos estamos poniendo encima una carga extra que nos va a pesar a lo largo de todo el recorrido. Lo que pensamos, lo que nos decimos, lo que comentamos con otros sobre el camino que tengo que andar, marca enormemente el grado de energía y vitalidad que tendré para hacer ese camino. Tomar conciencia de ello nos puede ayudar a facilitarnos la marcha. Acepta el recorrido que has elegido, esfuérzate en hacerlo, y no cargues mochilas innecesarias.
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