¿Te has fijado en que muchas de las conversaciones en las que participamos, o que escuchamos a nuestro alrededor, se basan en la queja, la lamentación, el autocompadecimiento, la crítica y el juicio?. ¡Qué interesantes!. Si fuéramos conscientes de la cantidad de energía que consumen éstos temas cuando los hablamos, o los rumiamos, elegiríamos con más cuidado nuestros temas de conversación. No los propicies, e intenta mantenerte alejado de ellos. Solo con ésto, tu ánimo se mantendrá más alegre y tendrás una dosis de energía extra para otros quehaceres.
PSYSI
¿Que conseguimos quejandonos ? ¿ Inspirar pena , lastima , congoja , piedad ? ¿ Ofrecer una imagen de llorón quejoso ? ¿ Algo se ha solucionado ? ¿ Ha dejado de llover ? ¿ Se ha despejado el atasco ?
ResponderEliminarNo te quejes . Hay que entrenarse , claro .
Pero quedaría bien que dijeran de ti que ... tú nunca te quejas .
O no ?
Aceptar la realidad tal como es sin malgastar energía en desear que las cosas pudieran ser de un modo diferente parece un signo de madurez .
ResponderEliminarY también me lo parece no permitir o fomentar charlas lastimeras ni pesimistas . Arriba el optimismo ¡¡¡¡¡
Que interesante es la gente interesante ¡¡¡ No es facil encontrarla y no todos son para todos , pero cuando hay ésa química , esa conexión , esaa simpatía y atracción mutua ... que interesante ¡¡¡
ResponderEliminarNi las quejas y lamentaciones ni las vanidades y falsas euforias ¿qué nos aportan?, con ellas... ¿acaso avanzamos?
ResponderEliminarNi unas ni otras.
Con la mirada en el horizonte y los pies sobre el delgado alambre, por favor ¡nada que pese! ¡nada que desequilibre!
No sé si más claro pero sí más corto: estupideces las justas.
Las quejas provienen mas que de lo que nos sucede o de lo que pasa , de lo que nos decimos acerca de tal y éllo conlleva a la queja , de manera que decidamos como ha dicho alguien ser personas fuertes que no se quejan por nada y que no andan con lamentos y lloriqueos inutiles por otra parte .
ResponderEliminarY si no es posible escapar físicamente de tal conversación, siempre podemos poner sonrisa de poker, cubrirnos mentalmente con un velo de protección y mirar hacia adentro.
ResponderEliminarPor cierto, en una ocasión me dijeron que yo nunca me quejaba. Fue un bonito piropo.