martes, 31 de mayo de 2011

Esa parte de riesgo.




En ocasiones, el hablar mucho sobre nuestros proyectos, el darles vueltas y vueltas a todos los contras, (ojalá hiciéramos lo mismo con los pros, pero no suele ser el caso), te paraliza mucho en la acción. Ponerte a pensar una y otra vez en todos los problemas, no hace más que agrandarlos, lo cual, te inmoviliza en la acción. Está bien valorar los pros y los contras. Está bien tener un plan "B". Está bien localizar las posibles salidas, las posibles soluciones. Pero es imposible no contar con esa parte de riesgo que todo proyecto posee. Es intrínseco al cambio. Acéptala y pasa directamente a la acción.




PSYSI

6 comentarios:

  1. Si la acción es cuestión individual lo social no tendría sentido. Es la aceptación de otros lo que hace que los pensamientos o proyectos en mente se hagan realidad. El gran temor suele ser el rechazo que tira nuestro trabajo por la borda, que depende de las oportunidades que nunca hay que dejar escapar. Pasar a la acción es indispensable y gracias a la actitud proactiva aprendemos de nuestros fallos. La elegancia está en saber elegir cuando es la oportunidad.

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  2. Prefiero no pensar demasiado en los posibles riesgos de algún proyecto pues eso normalmente me hace volverme atrás . Es cómo cuando eramos pequeñas y nos decían que a la piscina , de cabeza , sin miedo , sin pensarlo mucho ...

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  3. Pues vaya posible golpe , no , en la piscina si no hay agua suficiente , y en la vida real si no tomamos las precausciones necesarias y creo que debemos primero pensar , segundo pensar y tercero actuar .

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  4. Toda decisión implica un cierto riesgo pues incluso la de permanecer sin hacer nada nuevo lleva consigo el riesgo de caer en la rutina y en la monotonia de modo que se trata de decidir qué queremos y de ser conscientes de que somos los responsables únicos de donde estamos y de quienes somos ...

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  5. Analizar los pros y los contras de nuestras conductas es necesario, pero llega un momento en el que hay que decidir, no hacer nada es decidir aunque no nos demos cuenta. Si siempre analizo las ventajas y los inconvenientes de montar un negocio por ejemplo y nunca me decido , ya estoy decidiendo, esto es, no lo estoy montando. Hay que analizar los pros y los contras y después de un tiempo prudencial actuar en un sentido o en otro. En caso contrario estoy decidiendo un camino pasivamente, por omisión y no activamente, por acción.

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  6. En muchas ocasiones todos esos proyectos son auténticas fantasias, porque si no los haces, es porque no quieres, porque decides no hacerlos, pero nos gusta tanto fantasear, haría ésto y ésto otro, y al final, no haces nada, pues estás eligiendo eso, no hacer nada, quedarte como estás, pues será que nos gusta como estamos, ¿no?. Pero claro, también nos gusta tanto soñar...

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