domingo, 11 de julio de 2010

180 grados.


Ten un ángulo de visión de 180 grados. Ya se que parece difícil, no tenemos ojos en la espalda, pero sólo tienes que moverte para ver lo que hay detrás. En algunas ocasiones, las creencias, las rigideces de pensamiento, lo encorsetado, limita mucho nuestro ángulo de visión. Podemos incluso llegar a mirar sólo a través de un tubo, con la falta de movilidad que ésto supone. Con éste panorama tan limitado, no nos podemos sorprender, si nuestra vida nos resulta rutinaria y aburrida. No sigas preguntándote, ¿dónde se encuentran los alicientes de la vida?. Lanza el tubo lo más lejos posible. Mira a tu alrededor, el paisaje completo, date la vuelta, gira sobre tus pies para verlo todo. ¿A que es otra cosa?.
PSYSI

6 comentarios:

  1. tartarín de pelotón11 de julio de 2010, 23:48

    Es cierto ... No miremos siempre lo mismo ... las mismas cosas , comidas , amigos , restaurantes , viajes , aficiones ... Probemos a aumentar el angulo de visión ... ¿ Que tal nuevas cosas , comidas , amigos , restaurantes , viajes , aficiones ?
    Sí que es otra cosa .

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  2. Enhorabuena a toda España, somos los Campeones del Mundo.

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  3. ...el vaivén de un altísimo trapecio
    ...el aliciente de perseverar
    lula, lula, lula, lula...

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  4. Con la resaca de la victoria, viene a colación la reflexión de hoy.
    Cambio de visión, 180 grados de giro, y Campeones del mundo.
    Nunca tantas banderas del país se agitaron, significando una única cosa.
    Apoyo, unidad, consecución.
    Todo se puede, es cuestión de reconocer errores y tener ""visión"" para cambiarlos.
    ¡Jolín! han ganado un mundial.
    Por cierto, el gol, de un manchego....¡quien lo iba a decir!
    (soy manchega, risas...)

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  5. Sobre la delgada línea me tambaleo.
    Te presiento en la medida en que me intuyo -sabes de mí casi tanto como yo- cazador cazado soy. Mi sombra tuya y el movimiento del trapecio generan ritmos y armonías afines y, por única vez, me siento observado.
    ¿Sabes? había una canción, muy muy antigua, de Lucía Bosé, en la que después de un cuento de miradas encontradas terminaba susurrando "...sin embargo tenemos apellidos distintos ¡dime quien eres, desconocido vecino!..."
    Ya que eres mi sombra, condúceme. Sin ti no avanzo.

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  6. En arriesgado ejercicio , desde la cuerda .
    Y desde el altísimo trapecio , en el alambre . Te observo tambaleante mientras notas mi presencia y en impresionante salto te atraviesa mi sombra indicándote el camino .
    ¿De donde tu silencio de días ?
    ¿ Porqué callabas a voces ?
    ¿ Porqué no me defendías ?
    Dí que no me desconoces . Ni me niegas , ni que huyes .
    Dí que me quieres tuya.

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